Praga, 25 imprescindibles

Estas son las 25 cosas de Praga que no conocías y que deberías saber antes de viajar a esta maravillosa ciudad.

1. Suelo de adoquines y piedras.
El Castillo, toda la parte vieja y de Mala Strana, es decir, donde está todo lo interesante para ver, no tiene losetas en el acerado, sino pequeños mosaicos de piedras y para la calzada, adoquines.

Con esto te quiero decir que hay que llevar zapatos cómodos para andar por las calles empedradas ya que si llevas calzado con tacones que sepas que volverás con los tobillos "destrozaítos", con dolor de piernas y con un par de tacones para tirar a la basura.

Si vas con un carrito de bebé, el paseo será muy incómodo para la criaturita y para tí, porque las ruedas, que suelen ser de un tamaño medio, se encajará en cada junta de adoquín.

He de confesar que aunque con tacones es complicado andar por aquí, el suelo queda precioso a la vista y los distintos dibujos que hay también merecen la pena ser admirados.

El suelo me ha recordado al tejado de la Catedral del Castillo de Praga. ¡Juzgalo por tí mismo/a!

2. En Praga compras tiempo.
Esto es lo que pasa cuando compras un billete para el transporte público.

El precio es muy asequible pero no compras por subirte en el metro, tranvía o bus, sino que compras tiempo para subirte en ellos, es decir, en casi todas las ciudades de España cuando compras un billete para el transporte público compras las veces que te vas a subir en ellos (con o sin transborde), en Praga no es así, en esta ciudad se compra como mínimo media hora y en ese tiempo te puedes montar en el transporte público que quieras, una vez transcurrido ese tiempo deberás comprar otro billete según lo que te interese, 30, 60, 90 minutos o más, así que durante ese tiempo que compras puedes viajar en transporte público pero ¡ojo! solo debes validar el billete la primera vez que te montas, después ya no hace falta, con lo que ves a infinidad de personas subiéndose al metro o al tranvía y que no validan su ticket (seguramente ya lo hicieron la primera vez que se subieron o tienen una tarjeta semana, mensual, trimestral...)

Así son los billetes del transporte público. Realmente no hay diferencia entre uno y otro, solo el importe que has pagado, que te da derecho a más o menos tiempo. El billete se tiene que validar insertándolo en las máquinas en el sentido de la flecha, si no es así, no es válido. Al "picarlo" te sale la hora de inicio a contar del billete.

Los billetes se pueden comprar en los kioskos y en las máquinas de venta de billetes son estas...


Al principio cuesta un poco entenderlo, pero después es bastante sencillo. Por ejemplo, nosotros quisimos ir al Castillo y estaba a un poco más de 30 minutos de nuestro hotel, así que compramos un billete de 60 minutos (preveyendo posibles atascos) y nos cambiamos dos veces de tranvía.

3. Cambiar de euro a corona checa.
Como sabrás la República Checa es miembro de la Unión Europea desde el 2004, por lo que solo necesitarás el NIF para entrar en el país, pero te recomiendo que lleves también el pasaporte por precaución de pérdida de uno de los dos documentos.

Como te he dicho está en la Unión Europea pero... no está en el euro, con lo cual tendrás que cambiar tus preciosos euros en una casa de cambio ¡un fastidio!

Lo primero que hice fue instalarme en el móvil el cambio oficial euro/corona checa y me ayudó bastante, ya que en un segundo podía saber lo que valían las cosas porque es muy desconcertante el precio que ves (porque piensas que son euros), ya que 1 euro es más o menos igual que 25 coronas checas, por lo que 150 coronas son 6 euros y si un plato de carne te vale 198 coronas (que parece mucho porque lo vemos en euros) solo son, más o menos, 8 euros ¡un lío de los grandes!, por eso mejor instalarse el programita y nos facilitará la vida allí.

Pues eso, que hay que cambiar euros. No te recomiendo que lo cambies en el aeropuerto, tampoco en el hotel porque las comisiones son altas y se van a llevar muchos euros que tanto trabajito te ha costado ganarlos, así que las casas de cambio más recomendables son Exchange y Praha Exchange. Estas te las encuentras en muchos sitios, así que mirad por el Google maps donde está la más cercana a tu ubicación y vas allí, pero mira antes el cambio que te ofrecen por tus euros y pregunta "¿cuántas coronas checas me das por tantos euros?", previamente, con tu cambio oficial de tu móvil, sabes más o menos lo que te pueden dar y si te conviene lo que te dicen los cambias y si no... ¡pues a otra casa de cambio!

Evidentemente admiten euros en casi todos los sitios y también puedes pagar con la tarjeta de crédito. ¡Pendiente que el precio que te ponen en el ticket pone corona checa y no euros porque no es lo mismo 210 coronas que 210 euros!

Nosotros cambiamos 250 euros y nos dieron 6.415 coronas ¡un montón de dinero! ¡Ah, contad el dinero que os dan antes de dejar la ventanilla!

4. Billetes y monedas.
Aquí os dejo una muestra de los billetes y monedas de la República Checa, para que te empieces a familiarizar con ellas. Limpitas las monedas se distingue bien, pero usadas... ¡eso ya es otra cosa! ¡la de veces que me he confundido!

Aquí una foto de lo que yo tenía en ese momento, porque no me acordé hacerla antes para enseñarte el mogollón de dinero que nos dieron en la casa de cambio.


5. Las comidas.
¿Te gusta la carne, la patata y la cerveza? ¡Bienvenido a Praga, el paraíso de los carnívoros!

Si no comes carne/pescado, glutén, o productos derivados de animales... lo tienes crudo en Praga, por lo que te recomiendo que vayas con las direcciones de los restaurantes que sirven la comida que necesitas.

El horario de las comidas es amplio, desde muy temprano hasta las 9 o 9 y media de la noche, después de esa hora la cosa se complica si quieres cenar, aunque si eres de los que cenan muy tarde la opción de un KFC, Burger King o McDonald's siempre la vas a tener, pero te recomiendo que pruebes los platos típicos de la República Checa que son muy buenos, con mucho sabor y contundentes.

6. Las propinas.
No estás obligado a dejar propina pero nos hemos encontrado con muchas formas de pedírtelo de forma amable y simpática.

Una era subrayando en el propio ticket que el servicio no estaba incluido y que una ayudita sería bienvenida, otra indicando también en el propio ticket el precio de más si pagabas un 10, 15 o 20% de propina, en otros lugares hasta te lo dicen en español ¡mucho arte hemos encontrado!

¡Ah, por cierto!, pide siempre la cuenta y que te la entreguen en un papel, que como nos resulta más barato que en nuestra ciudad de origen, hay que pagar lo que hay que pagar y no de más porque sí.

7. El idioma.
El checo no se entiende y punto. Es la primera conclusión que llegas cuando ves el primer cartel en el aeropuerto. La segunda conclusión es “¡esto es impronunciable! ¿esto cómo se lee?”.


Y es que el checo es de esos idiomas simpáticos que derivan las palabras y dependiendo de lo que quieras decir, la misma palabra se puede escribir de varias formas distintas, como Praga, Praha para ellos, es algo así como...
Castillo de Praga - Pražský hrad
Castillo en Praga - Hrad v Praze
Castillo cerca de Praga - Hrad u Prahy

8. Pasos de peatones y semáforos.
Es que llama mucho la atención ¡casi no existen semáforos! Y ¡se respetan los pasos de peatones!.

Realmente llama mucho la atención, sobre todo porque venimos de donde venimos que decimos ¡bienaventurados los que creen en los pasos de cebra porque pronto verán a Dios!

Así que sin problemas en Praga, aunque siempre con precaución, si quieres cruzar una calle, pasa por el paso de peatones que los vehículos se pararán sin problemas.

9. Prioridad en la calzada.
Eso sí, el estatus está establecido, la prioridad en la calzada es la siguiente:
Tranvía por encima de todas las cosas, incluso en los pasos de peatones; el peatón sobre los coches y después los demás vehículos.

En esta foto hay semáforos y podéis considerarla rara, rara.

Se respeta al % y antes que te pite un coche por pasar por el paso de peatones te pita un tranvía porque ellos, por servicio público, van los primeros de todos.

10. ¿Paro?.
Casi no saben qué es esa palabra y es que sorprende mucho saber que el índice de paro de la República Checa es bajísimo, alrededor del 2,2%, así que no es nada normal encontrar mendigos por las calles, aunque algunos te los encuentras en las zonas más turísticas como es el Puente de Carlos.

Sí te vas a encontrar es a personas tumbadas en los bancos de los parques ¿durmiendo un poquito después de tanta cerveza?, pues no sé, pero es llamativo conociendo el índice de paro que tienen y las buenas medidas del sector público para atender a los sintecho.

11. Cervecería, cerveza y fábrica de cerveza.
Yo creo que este producto merece un punto aparte, porque es que la cerveza en la República Checa es como una religión.

Para empezar puedes tomar más cantidad que en España, porque la cerveza checa no tiene tanto gas y llena menos y no se hincha el estómago. Eso es una ventaja porque con eso pides más 😊 y además no se sube tanto a la cabeza, ¡vamos que marea menos o nada! ¿Por qué será eso ya que la graduación es casi igual que en España? Pues no lo sé, pero yo tolero poco la cerveza en España y sin embargo allí he tomado muuuuuchaaaaa (y me encontraba bien, jeje).

Como he dicho antes, el checo se deriva, por lo que es importante aprenderse estas tres palabras para no perderse y vivir como un verdadero checo.

Cervecería – Cerveza – Fábrica de cerveza
Pivovar – Pivo – Pivrnice

Pivovar es la típica cervecería donde te sirven distintas marcas de cervezas, así como distintas formas de hacerla, con malta, con centeno, sin pasteurizar…

Sin embargo, en una Pivrnice tomas la cerveza que ellos fabrican, su propia producción. Cuando entras huele a verduras cocidas, a col, a calabaza… y lo que nosotros llamaríamos bar es una auténtica fábrica de cerveza, ya que en Praga (y por ende en la República Checa) una fábrica de cerveza no es una fábrica como nosotros la conocemos, en un polígono, o más o menos cerca ya de la ciudad, con unas naves super-grandes… no, en Praga cualquier lugar puede ser una fábrica, siempre que cumpla con unos requisitos mínimos, puede incluso ser tu propia cocina.

La verdad es que con esta posibilidad las cervezas son muy distintas unas de otras y hay millones de sabores por descubrir ¡un gran invento!

12. Comprar en Praga.
Bueno, pues nos ocurrió que nos perdieron las maletas en el aeropuerto y nos quedamos con lo puesto, después las recuperamos, como a unas 40 horas más tarde, por lo que decidimos comprarnos alguna bufanda para pasar la tarde-noche y la mañana del día siguiente, que íbamos a un tour por la ciudad y era muy temprano y ¡sorpresa!, como estamos ya en primavera pues no hay ropa de abrigo en las tiendas. Que para ellos la primavera consistía en una temperatura entre 9 y 16 grados, no importa, es primavera y se vende ropa de temporada, ¡vamos!, igual que aquí en Sevilla, en septiembre que aún llegamos a los 40 grados, en las tiendas ya hay ropita de abrigo ¿venderán?.

Con esto os quiero decir que si no es la temporada no vais a encontrar ropa de abrigo allí pensando que es más barata y va a tener más calidad ¡no!, así que si vas en verano y quieres comprarte la ropa de invierno en la República Checa que sepas que no, que no la vas a encontrar, así que ve bien abrigado/a a estos sitios, porque para nosotros, los de Sevilla, 16 grados ¡¡es frío!!.

13. Las tiendas.
Hay de todas clases y precios, como debe ser. En la calle Pařížská están las tiendas más caras, en el Barrio Judío, por si quieres dar una vuelta y ver lo que ofrecen (¡¡preciosidades!!).

Las tiendas de Praga tienen un detalle ¡no ponen los precios en los escaparates!, quitando los de la plaza Wenceslao (Václavské náměstí) que en algunos sitios vimos algo, por lo general no hay precios de los artículos en los escaparates, ni para zapatos, joyas, ropa… por lo que para saber el precio hay que entrar ¡viejo truco!

Por cierto, en esta Plaza de Wenceslao, que parece más un bulevar que una plaza, cerca del monumento a Wenceslao, en la parte alta, se encuentra una placa conmemorativa a los dos primeros estudiantes que se quemaron a lo bonzo y con la que comenzó la Primavera de Praga del 68.

14. Monumentos en negro.
Y no estoy hablando del Teatro Negro de Praga, que también es muy interesante, sino de lo negro de los edificios, monumentos en negro o medio negros y ¿por qué? Pues por el material con que está construido. Es una piedra muy porosa que al mojarse se pone negra y todos los edificios y las estatuas en Praga están con ese material, así que no pienses que están sucias o que es por culpa de la polución, es que es así. Las estatuas que veas blanquitas es porque son nuevas, en el Puente de Carlos las van cambiando porque todas las estatuas que hay allí son reproducciones.

15. Hay muchos santos en Praga.
En la República Checa no hay una religión oficial. Es más, el 80% de la población no es religiosa, no practica ninguna religión. El resto indica seguir una religión, aunque no sea practicante. Quizás que no exista ese sentimiento religioso sea consecuencia de la dominación comunista por parte de Rusia que ha sufrido este país por tantísimos años, no sé, puede… pero no creas que no vas a ver monumentos de Santos o plazas/calles con nombres de Santos en Praga ¡pues claro que no! Praga es más antigua que la dominación última. En ella te vas a encontrar monumentos y calles/plazas con nombres de Santos y además mucho más de lo que te crees, en cualquier esquina puedes encontrarte con alguna simbología religiosa.

Estas son un ejemplo, porque hay muchísimas en las plazas... el caso es que llama mucho la atención.

16. Iglesias reutilizables.
Siguiendo con el punto anterior, en Praga hay muchas iglesias y todas preciosas por fuera. La mayoría están desacralizadas y el espacio se ha reutilizado para otras actividades como son restaurantes, sala de conciertos o sala de exposiciones.

Esta idea me parece genial, porque han mantenido la estética de fuera y todo lo que han podido por dentro, algunas incluso con las imágenes religiosas y están disfrutando de unos edificios inigualables ¡menos mal que los rusos no las tiraron!

17. Estatuas raras por la ciudad.
En Praga te encuentras estatuas en los lugares menos sospechados, como en lo alto de una cornisa, colgado en una azotea, sentado en un muro… la ciudad entera sirve como sala de exposición y la verdad es que está muy bien.

También te puedes encontrar estatuas raras en lugares normales como “los meones” en la plaza del museo de Franz Kafka, del artista, David Černý, que quería representar que el pueblo checo, gracias a su cerveza, orina en su país. El humor de los checos es muy particular ¿te imaginas esta estatua en tu ciudad?

Además las figuras son móviles por la parte... ya sabes, para "regarlo bien todo"

18. Patinetes eléctricos.
Igual que en Sevilla tenemos motos amarillas que se cogen en las calles y se "alquilan" por un tiempo, en Praga utilizan el patinete eléctrico y son de color verde.

La verdad es que es una buena opción porque hay muchísimos por todas partes y coger uno no es nada difícil, te cansas menos al ir de un sitio a otro motorizada/o y además puede ser una aventura simpática.

19. Los coches para pasear
¡Es la primera vez que veo algo así!

Lo normal es que para que conocer la ciudad se vean autobuses turísticos que te enseñan los lugares más emblemáticos con una pequeña explicación, en Praga estos autobuses de doble techo se ven, pero no entran en la parte antigua, ya que las calles son más estrechas. Lo interesante y distinto es que puedes ver Praga como si estuvieras en los años 20 del siglo pasado ¿por qué? Pues porque tienen una flota de coches antiguos preciosos y espectaculares que entran por todas partes de la ciudad el viaje y la sensación de montarse en un coche así debe ser lo más.

Nosotros no elegimos esta opción pero nos gustó mucho esa idea ya que le da un aire más romántico a la ciudad si cabe.

20. Praga es de película.
¿Conoces o has visto películas como "Amadeus", "Oliver Twist" o "Casino Royale"? Ninguna de esas películas están ambientadas en Praga pero sus calles tan preciosas, con edificios espectaculares han servido para recrear Viena o Londres.

Otras películas que seguro conoces y que han sido rodadas en Praga son "Van Helsing", "El secreto de los hermanos Grimm", "El ilusionista", "Misión imposible" y "Hannibal, el origen del mal".

21. Praga desde el río.
Praga es una ciudad muy volcada con su río, lo vive muy intensamente y no paran de pasar embarcaciones de recreo por el Moldava, que así se llama el río que baña a esta preciosa ciudad.

Merece la pena pasear por sus aguas y las opciones son muy amplias con distintas formas de hacerlo, con cena y jazz, solo con cena, de día, atardeciendo, en embarcación más grande o más pequeña... todas las opciones valen pero si viajas con niños coge una excursión en la que las explicaciones las den en español, aunque sean grabadas.

Yo quería hacer la excursión atardeciendo para ver los edificios iluminados, ¡y los vimos!, pero no estaban tan bien iluminados como yo esperaba. De todas formas el viaje mereció la pena.

22. Praga está rica.
¡¡¡¡Que se me olvidaba deciros lo que debéis comer sí o sí en Praga!!! ¡Qué cabeza la mía!

Como te he dicho antes la opción de carne es casi la única opción, pero también tienen dulces deliciosos como el Trdelník y el Vĕtrník. Son pasteles sencillos y muy ricos. El Trdelník te lo encuentras por todos lados porque es un cono de pan dulce con canela y azúcar y lo rellenan (como reclamo de turismo porque no se suele comer así) de crema de chocolate o helado. Si te pides un "especial" no dejes de comerte el cucurucho que es el verdadero dulce de Chequia ¡está muy bueno!


El gulasch, aunque originariamente no es checo, es muy popular y lo sirven en todos los restaurantes. Como todos los platos tiene su versión checa, con una salsa espesa y casi negra y lo acompañan con unas "tortitas" que se comen con las manos y sirven para acompañar la carne y empaparla en salsa, ¡están espectaculares! Si te ponen pan en la mesa suele ser de centeno que es un pan oscuro y contundente. Con platos así hace falta una buena cerveza ¿no?

Tampoco debes dejar pasar las bolas de carne o de patatas rellenas de carne, que las suelen acompañar de col cocida y aliñada que están para repetir, si no fuera porque los platos ya de por sí son contundentes y acabas lleno/a.

23. ¿Dónde comer?
Como ya te he comentado que comer en Praga es barato, pero si te alejas un poco de las zonas más turísticas es más barato aún y la calidad es la misma.

Nosotros fuimos a...
1. U pivrnce, un lugar diferente, divertido, puedes pintar en las paredes, la carta está en español, está en el barrio judío, todo riquísimo... ¡simplemente hay que ir!

2. Ferdinanda, un lugar tranquilo, bien servido, comida buenísima, amabilidad, está en la ciudad vieja...
3. U dvou Kocek, muy agradable, ambiente checo, comida buenísima, rápidos, fabrican su propia cerveza y está espectacular, está en la ciudad vieja y aquí venía Mozart a tomarse algunas cervecitas y a comer, ya que se hospedaba en un edificio que hay enfrente, en la buhardilla...
4. Sherwood, buena comida y ambiente, uno de los camareros loco total y divertido, en la ciudad vieja, platos contundentes...

Otros lugares que nos recomendaron fueron U Benedikta, Lokal, Lod pivovar, Smichovsky SklipekU Fleků... creo que todos son espectaculares.

24. El callejero de Praga.
Los nombres de las calles de Praga son superdifíciles pero en todas ellas, en las esquinas, hay una placa en la que te indica el nombre de la calle, el barrio en el que te encuentras y la zona de Praga, así que no te pierdes ¡lo que tenemos que aprender de eso en España! Praga está construida como una espiral, así que es fácil saber por donde anda uno.

25. Estrechez.
Pues sí, es la última referencia, pero no la menos importante y la menos curiosa, ya que en Praga se encuentra una de las calles más estrechas del mundo mundial, tan estrecha que necesita un semáforo para que circulen las personas porque dos a la vez no caben, quedarían encajadas.
        

Esta calle está en el lateral de un restaurante. La calle comienza en una plaza y termina en la terraza del restaurante, donde tienes dos opciones: bajar, hacer fotos del Puente de Carlos y volverte cuando puedas, cuando así lo diga el semáforo o bajar y quedarte a almorzar o cenar y disfrutar de las vistas, pero que sepas que no es un sitio tranquilo porque esa terraza es muy visitada.

¡Ah! cerca de esta calle se encuentra otra curiosidad de Praga... El Muro de John Lennon, no dejéis de verlo. Podéis pintar en él.


Espero que cuando vayáis a Praga la ciudad os seduzca como lo ha hecho con nosotros ¡nos ha encantado! y no nos importaría volver para sacarle más jugo.

Aquí os presento un vídeo con los imprescindibles de Praga...


¿Y tú?

¿Has estado ya en Praga?
¿Vas a visitarla en breve?


¡Nos vemos!




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